Para restaurar los pastizales de estrella, en charrales o bosque secundario,
se emplea la siguiente metodología:
Se quema y mecaniza el terreno, posteriormente se procede a realizar una
lluvia de semillas y la plantación de árboles y estacones.
Al quemar el pasto (estrella), se ayuda a que el tractor pueda realizar la mecanización de una forma más simple, y se obtenga mucho mayor rendimiento y eficiencia por hectárea. Además de ello, la quema del pasto, provoca la producción de cenizas, las cuales sirven de fertilizante, y las semillas que se encontraban en el suelo, son despertadas de su latencia gracias al calor del fuego.
Hasta el momento, tres años después de realizar los tratamientos; se ha observado, que un sin número de especies empiezan a colonizar el suelo desprovisto de vegetación. Así se encuentra que un 39,13% de las especies han llegado gracias al efecto del viento, el 15,21% por las aves, un 10,86% gracias al apoyo de los murciélagos y un 6,52%, gracias a algún tipo de mamífero terrestre.
Un alto porcentaje de las especies que se establecen en los sitios tratados, son heliófitas efímeras que germinan y crecen rápidamente, esto hace que sobresalgan del pasto, produzcan sombra y con esto el pasto se vaya muriendo poco a poco.
También dentro de las áreas restauradas, se plantan especies valiosas, tanto a nivel de madera, como a nivel biológico, como por ejemplo Caobilla (Carapa guianensis), Cedro María (Callophyllum brasilense), Fruta dorada (Virola sp), Guanacaste (Enterolobium cyclocarpum), Poponjoche (Pachira acuatica), Jobo (Spondias mobim), Aguacate (Persea sp), Zapote (Pouteria sp) .
Es importante mencionar, que muchos de los árboles plantados, y dispersados por medio de la semilla, hoy día no existen, ya que el pasto los ahogó.
Al cumplir prácticamente tres años de haber realizado la primera intervención, los árboles que se encuentran vivos, dentro de las áreas restauradas, en su mayoría miden más de 4 metros de altura y ya se pueden observar a lo largo, pequeños parches de bosque dentro de los potreros.
Figura 1. Arbol de Threma mycrantha en una área restaurada. Anteriormente, esa área era solamente potrero, y hoy día ya se aprecia que el proceso de regeneración natural de bosque, se empieza a dar. Foto/F.Carmona.
Figura 2. Al fondo, se aprecia un parche de bosque secundario, después de dos años de realizados los tratamientos. Foto/F.Carmona.