- Se han capturado 3 individuos de coyote Canis latrans en el Área de Conservación Guanacaste.
- Esta investigación está generando datos demasiado interesantes por primera vez en Centroamérica.
- El objetivo del investigación es analizar los patrones de distribución espacio/temporal y dieta del coyote en el ACG para establecer el ámbito de hogar, selección de hábitat, actividad diaria y hábitos alimentarios, además en determinar los patrones de distribución espacio/temporal y dieta en las áreas naturales y alteradas en el ACG.
La investigación "Disminución, uso de hábitat y ecología del coyote (Canis latrans) entre áreas naturales y alteradas del ACG" dio inicio en junio 2019, y es realizada por el investigador Kevin Lloyd del Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre (ICOMVIS) de la Universidad Nacional (UNA) en el Área de Conservación Guanacaste.
Dicha investigación se realiza por dos razones principales:
La primera se debe que a inicios del siglo XX se estableció que la distribución del coyote estuvo entre Canadá a Guanacaste, sin embargo, aproximadamente en los últimos 60 años el coyote ha ampliado su distribución original y empezó a migrar al sur llegando hasta Panamá y durante la última década cruzó el canal de Panamá.
La rápida expansión de su distribución se debe a que el coyote es una especie oportunista y tiene una plasticidad en adaptar en el cambio del uso de suelo en los últimos siglos de bosque tropical a zonas alteradas como los pastos de ganadería, las zonas abiertas sin uso y la agricultura, lo cual todos son hábitats ideales para el coyote.
Incluso, en Colombia, ya existe una preocupación que el coyote va cruzar el Darían y seguir su expansión al América del Sur donde puede competir con especies nativos. Debido por lo anterior, es importante estudiar su ecología para comprender cómo y porque el coyote tiene esa plasticidad de adaptarse a hábitos nuevos por lo que ha aumento su desplazamiento de su ámbito durante el último siglo.
La segunda razón se debe al vacío de información sobre el coyote en Costa Rica y en la región tropical, ya que la mayoría de los estudios se han enfocado en mamíferos, en los grandes depredadores como el jaguar o puma, y en otras especies más carismáticas. Por lo tanto, estudiar el coyote en Costa Rica ayuda rellenar información sobre especies menores que forman un rol fundamental sobre la salud y funcionalidad en las dinámicas de las redes tróficas en el bosque seco tropical, dado a que los coyotes son especie nativos de la zona que se adaptan con facilidad en zonas alteradas en recuperación, así como muchas de los hábitats alrededor del ACG.
Metodología utilizada:
Las capturas se hacen una vez al mes de 3 a 4 días, y la investigación se realiza en dos procesos: buscando heces en los caminos alrededor del ACG y las capturas en las que colocamos los collares con GPS. Para identificar los sitios de captura hemos puesto cámaras trampas en sitios donde sabemos de su presencia a través de heces y huellas, para que ponemos poner las trampas de captura en los sitios con una alta presencia del coyote.
También se usa una trampa de laso de cuello diseñado específicamente para coyotes, que se llama Collarum. Es una trampa que se activa con cuando el coyote intenta comer una carnada especializada para atraer a los coyotes y luego cuando está atrapado en el lazo una o un veterinaria lo anestesia para que podemos colocar el collar de GPS. También, mientras el coyote está dormido, monitoreamos su salud y tomamos datos del coyote como su peso, tamaño, y además saca muestras de sangre, parásitos y heces.
La ventaja de los collares de GPS es que los datos se puede observar desde la computadora través de un servidor que recibe los datos desde un satélite, así que ya tenemos los primeros datos. Además, los collares son programables y se puede definir la cantidad de puntos de GPS al día y por cuanto tiempo quiere que dure el collar para activar el sistema de auto-caída. En este momento los collares están programados por un año, luego el sistema de auto-caída se activa y se puede recuperar los datos directamente del collar también.
Una vez se saben qué hay datos se espera a que entran del satélite lo que puede durar entre días o hasta semanas. Luego, cuando tenemos todos los datos se analizan y surgen varias preguntas que queremos responder en este estudio, por ejemplo, ¿Cuál es actividad diaria, a qué hora son más activos, si son exclusivamente nocturnos, a cuanta distancia pueden desplazarse, cuál es su uso de habitar, si tienen una preferencia de hábitat, si hay cambios en su comportamiento entre época seca y lluviosa, que tamaño es su ámbito de hogar, cuál es su dieta, si su dieta cambia través del año, si tiene una preferencia de presa? Y toda estas preguntas lo vamos a poder responder con los datos y puntos de GPS que transmite los collares y la recolección de heces.
¿Se habían estudiado los coyotes en Costa Rica?
La respuesta es sí, pero han sido muy pocos. En Costa Rica, el primer estudio se inició con Daniel Janzen en los 70s sobre su descripción en el bosque seco tropical, luego, en los 80s se realizaron la comparación de su dieta entre el páramo y bosque seco tropical y sobre su expansión de su distribución durante el último siglo en Costa Rica. Desde entonces han sido muy escasos los estudios sobre los coyotes, aunque existen unos estudios menores sobre la parasitología de sus heces entre fincas y zonas naturales en Irazú y unas notas sobre su presencia, sin embargo, no existe algún estudio profundo de su ecología al sur de México o en Costa Rica.
Dato importante
Kevin Lloyd dice: Hemos visto que los coyotes que ya tienen los collares de GPS recorren bastante, pues aun no tengo los datos bien analizados, pero en lo que hemos observado en promedio recorren entre 2-5 km por día, y lo máximo fue de 40 km, así que podemos evidenciar directamente que es una especie que logra dispersarse grandes distancias.
Incluso, en uno de los coyotes hemos visto que en un mes pudo recorrer una distancia aproximadamente de ~450 km lo cual es algo increíble.
Nosotros creemos que estos datos iniciales respaldan el hecho de que los coyotes son excelentes dispersores y pueden adaptarse con facilidad en diferentes habitats. Esto se debe que los coyotes tienen ese plasticidad de adaptarse entre zonas naturales y alteradas con facilidad lo que permite ampliar su distribución y salir a buscar comida en zonas nuevas, por el otro lado, otras especies restringen su distribución en zonas mas naturales y se alejan de la presencia humana. Es esa plasticidad en adaptarse a cualquier hábitat lo que hace el coyote una especie tan oportunista y lo que permite ampliar su distribución. Además, hemos notado que los coyotes tienen una dieta que es prácticamente lo que encuentran lo comen desde pájaros, reptiles, ratones, conejos, huevos, zacate, frutas, insectos y mucho más, incluso ya hemos encontrado que coman deshechos humanos y hasta plástico lo que deje como evidencia su presencia en zonas cerca de los humanos. Los coyotes van a buscar comida en donde sea y comer lo que sea para sobrevivir, así de simple.
Coyote (Canis latrans)
Descripción: Canido de tamaño mediano cuyo peso en adultos oscila entre 8 y 15 kg (Aranda, 2000). Con una coloración café-amarillenta salpicado de zonas grisáceas o negruzcas, en su parte dorsal, y blanco-amarillento en el área del vientre y a lo interno de las patas. Presenta un hocico agudo, con orejas largas puntiagudas con parte posterior rojiza. Cola larga espesa comúnmente hacia abajo (Reid, 1997; Carrillo, Wong y Sáenz, 1999).
Hábitat: Habita en sabanas arboladas, bordes de bosque, zonas áridas e incluso habitan en zonas alteradas por el ser humano aumentando su rango de distribución (Reid, 1997; Carrillo, Wong y Sáenz, 1999).
Hábitos: Solitario, pero en época de apareamiento se le observa en parejas y posteriormente convive en grupos familiares. Presenta actividad tanto diurna como nocturna. Descansan en cuevas, troncos, huecos en el suelo entre otros (Reid, 1997; Carrillo, Wong y Sáenz, 1999; Aranda, 2000).
Alimentación: Omnívoro, se alimenta de pequeños roedores como ratones, conejos, guatuzas entre otros, carroña, huevos de tortuga, así como de frutos y bayas (Reid, 1997; Carrillo, Wong y Sáenz, 1999; Aranda, 2000).
Fuente de información:
Kevin Lloyd, kevin88cr@hotmail.com
Investigadores involucrados:
Kevin Lloyd
Victor Hugo Montalvo
Eduardo Carrillo
Brayan Morera
Isabel Hagnauer
José Miguel Chopin
Nota en periódico La Nación: Coyotes de Guanacaste ayudarían a comprender expansión de la especie.pdf