Giras educativas del PEB y la campaña QDHV. 2017-2018-2019.
Para inicios del año 2017, nos encontrábamos con el panorama de un nuevo inicio en las giras educativas del Programa de Educación Biológica (PEB), de las cuales manejamos una población anual que ronda los 1600 estudiantes, que generan residuos debido a sus meriendas y almuerzos que llevan al campo.
Con la presencia del fenómeno ENOS (2014-2015-2016) en la región de Guanacaste y específicamente, el Área de Conservación Guanacaste, enfrentaron sus ecosistemas una escases bien marcada de alimento para la biodiversidad, por lo que diferentes usuarios y funcionarios, pudieron observar un cambio drástico en la conducta de ciertas especies de animales del bosque tropical seco, arraigando su ámbito alrededor de las áreas de camping, a sabiendas que muchos usuarios tenían la costumbre de darles de comer o dejar residuos en los recipientes del sitio.
Por tal razón, funcionarios de ACG e investigadores se preocuparon por desarrollar actividades para mitigar las consecuencias, de nuestras acciones en la biodiversidad.
El PEB, al involucrar una población numerosa, vela por dejar una huella en armonía con la naturaleza, por lo que inicia un proceso en la gestión adecuada de los residuos de las giras educativas. Para el 2017, cada grupo que visitaba un ASP, debía llevar al campo una bolsa en común en donde recogían los residuos producidos durante la caminata guiada, los cuales deberían de llevarse a sus comunidades para que el camión recolector de residuos los llevara al lugar destinado para ello de cada cantón.
No obstante, todos aquellos grupos que llegaban al sector Santa Rosa, de ACG, debían pesarlos para contabilizar la cantidad de residuos producidos en la primera visita, con el compromiso de generar menos en la siguiente gira educativa al mismo sitio. En las bases de datos que se generaron, se contabilizaron 75 grupos, los cuales corresponden al 27 % del total de grupos atendidos al finalizar el año, y estos generaron 53.45 kilos de residuos, los cuales no fueron dejados a la vista de la biodiversidad, y proyectando esa cantidad, podemos estimar, que le ahorramos a las ASP unos 197.9kg de residuos aproximadamente a todo ACG.
Para el año 2018, la situación iba a ser diferente, cada estudiante y cada docente del Ministerio de Educación Pública (MEP), debía hacerse cargo de cada uno de sus residuos, como parte de la responsabilidad que recae en cada uno de nosotros. Para ello, ni los microbuses, ni los espacios que se utilizan en las giras educativas presentan a los usuarios receptáculos para depositar los residuos, sino, que cada uno de los participantes deben llevárselo, fomentando también el uso de recipientes reutilizables y el no uso de plásticos desechables.
Para el año 2019, los grupos, al participar en las giras educativas, seguirán haciendo un uso adecuado de las ASP, además, se hacen responsables de sus residuos, llevando cada uno lo que producen a sus casas, evitando así, dejar en el suelo de nuestros ecosistemas residuos perjudiciales para la vida silvestre.
En sus 34 años de bioalfabetización, el PEB, ha creado una población en ACG más consciente, sin embargo, Dejar Una Huella Verde, no solo es nuestra responsabilidad, sino, una obligación, si queremos tener recursos naturales a perpetuidad.