El pasado viernes 8 de junio 2018, un joven trabajador de Los Andes en La Garita, de La Cruz Guanacaste iba caminando de regreso a su casa y vió un bulto dentro de un saco, lo abrió y se encontró la sorpresa de que se trataba de una cría de Manigordo (Leopardus pardalis) especie silvestre en peligro de extinción.
El manigordo, Leopardus pardalis, es el más grande entre los pequeños felinos manchados, pesa de 7 a 14.5 kg, su actividad es generalmente nocturna y crepuscular, es terrestre y de hábito solitario. Su rango de distribución abarca desde el sur de Texas y México pasando por toda Centroamérica y parte de América del Sur, hasta el norte de Argentina y sur de Brasil y Uruguay, se encuentra en todos los países de América del Sur excepto en Chile).
A nivel de Mesoamérica el manigordo es considerado el tercer felino más grande después del jaguar y el puma, cumple una importante función en los ecosistemas que habita, es uno de los principales depredadores carnívoros en la cadena trófica; es capaz de utilizar hábitats que el jaguar y el puma no logran habitar, gracias a que sus requerimientos son menores, como tener áreas de acción más pequeñas y alimentarse de presas más pequeñas que poseen poblaciones más abundantes.
Las principales amenazas de esta especie son la pérdida y fragmentación de hábitat, caza furtiva, comercio ilegal de mascotas y pieles y la matanza en represalia por depredación de aves.
Dischosamente la cría fue encontrada por una persona con conciencia ambiental, ya que inmediatamente se puso en contacto con Ivannia Martínez Oxo bombero forestal (BRIF) de ACG, que se encargó de comunicarse con los encargados de Vida Silvestre de ACG.
Extraer un animal de su hogar y obligarlo a vivir en cautiverio le causa un profundo sufrimiento, pues se le somete a una intensa situación de estrés y se le impide desarrollar comportamientos naturales como socializar con otros animales de su especie.
La extracción de animales silvestres de su hábitat natural para convertirse en mascotas, así como su introducción en ambientes ajenos a su especie, son parte de la problemática del tráfico ilegal de especies silvestres que impacta la biodiversidad de Costa Rica.
La cría de manigordo fue llevado y entregado al Centro de Rescate Las Pumas donde especialistas lo cuidarán y valorarán dentro de un tiempo si puede ser introducido nuevamente a su habitat.
Campaña a nivel nacional en contra de la extracción de animales silvestres de su habitat.