Voluntarios del sector empresarial, participan de acciones de mantenimiento y conservación del sitio histórico de Santa Rosa e infraestructura para la investigación científica
La conservación debe ser vista como un interés común, que nos debe juntar como miembros de una comunidad, en la que personas, organizaciones y estado, buscamos fomentar a través de una serie de acciones que impacten de manera directa e inmediata la vida de los ciudadanos y las comunidades, por el compromiso y la obligación de sentirnos parte.
El Programa de Ecoturismo del Área de Conservación Guanacaste con el apoyo de la fundación Proparques y la unidad de mantenimiento del departamento Administrativo Financiero de ACG, llevó a cabo acciones de voluntariado en el Sector Santa Rosa, con el propósito de realizar actividades de mantenimiento en los sitios para uso de visitantes en el Parque Nacional Santa Rosa (Sitio Histórico y Centro de Investigación del Bosque Tropical Seco).
En esta oportunidad se contó con el apoyo de 40 voluntarios de Reserva Conchal, como parte de los programas de voluntariado de Florida Ice and Farm Company (FIFCO), quienes trabajaron en mantenimiento de los corrales de piedra, mantenimiento en sendero universal y limpieza de zanjas y desagües en el albergue del Centro de Investigación y estaciones biológicas.
Esta coordinación público - privada, nace del interés y compromiso por la causa de conservación y los principios del desarrollo sostenible, en el cual, el aporte de horas voluntarias, permitió avanzar en tareas que por la escasez de personal en las áreas silvestres protegidas, tomaría bastante tiempo en completarse y que por la complejidad técnica puede verse retrasada su intervención.
La iniciativa trajo consigo el conocimiento del señor Pablo Vega, especialista en trabajos con muros de piedra quien cuenta con basta experiencia en reparación de este tipo de corrales. Don Pablo, sumó a la experiencia y con el apoyo de voluntarios interesados en los trabajos de campo, logró recuperar la apariencia de dos secciones caídas del muro testigo de la guerra de 1856.
Esta labor, constituyó la tarea más compleja y de cuidado, puesto que implicó una actividad similar a la de un “rompecabezas”, en la que los participantes debían estar bien atentos a las indicaciones, con buena sincronía y un seguimiento al pie de la letra para que la remoción de piedras y respectivo ensamble a la usanza tradicional, permitiera retomar el aspecto original que se debe cuidar de este recurso patrimonial, incluyendo los respectivos cuidados para que no se sufriera un ¡‘‘majonazo”! accidentalmente.
Por otra parte, la huella del sendero universal, las losetas táctiles (recurso para no videntes), las estaciones de descanso, los rótulos interpretativos y el puente sobre la quebrada duendes, recibieron un “cariñito” a través de la remoción a mano, de la suciedad acumulada por las condiciones propias de la intemperie, que oscurecieron o han manchado los materiales que los conforman.
Finalmente, han sido tiempos de altas precipitaciones en la que las escorrentías han acarreado sedimento, pendiente abajo, que indirectamente ha llegado a tapar las zanjas y caños que rodean los albergues de investigación científica, que es una infraestructura indispensable para los propósitos de conservación del área silvestre protegida.
Gracias a la ayuda y las horas invertidas, se logró rehabilitar la mayoría de sitios tapados o en los que se producía anegamiento, reduciendo así el impacto a las instalaciones, producto de las fuerzas naturales, que han deteriorado la infraestructura de hospedaje y la consecuente dificultad para ejercer la investigación científica con condiciones de infraestructura inadecuada.
Los resultados logrados, son sin duda un premio al esfuerzo y compromiso hecho posible con el apoyo de la Fundación Proparques y Florida Ice and Farm Company (FIFCO) a través de colaboradores de Reserva Conchal.