Las llamadas de auxilio “distress calls” se conocen de una gran variedad de animales y se definen como vocalizaciones emitidas durante un estrés físico extremo cuando son capturado por depredadores. Pueden ser muy atractivas tanto para los conespecíficos como para los heteroespecíficos. Aunque las llamadas de auxilio se han estudiado durante mucho tiempo, su ventaja precisa para los emisores o su significado para los receptores aún no está claro.
De enero a abril de 2018, investigamos las llamadas de auxilio del murciélago siricotero de Pallas (Glossophaga soricina, Phyllostomidae: Glossophaginae) en el Parque Nacional de Santa Rosa, Costa Rica. Basándonos en el análisis de 1925 sílabas de llamadas de auxilio de 15 individuos, describimos el repertorio de llamadas de auxilio de G. soricina, que consta de seis tipos diferentes de sílabas. La estructura acústica de las llamadas de auxilio era comparable a la de otras especies. Las llamadas de auxilio de G. soricina codificaban una firma individual, pero no una firma específica de sexo.
Además, realizamos experimentos de reproducción para probar el comportamiento de respuesta de diferentes tamaños de grupo a diferentes estímulos de llamadas de auxilio. Los murciélagos mantenidos en un grupo respondieron a las llamadas de auxilio, mientras que los murciélagos solitarios no lo hicieron. Los murciélagos respondieron significativamente a las llamadas de auxilio normales y distorsionadas de sus conespecíficas, pero no a las llamadas de auxilio heteroespecíficas. No se encontró ninguna diferencia específica de sexo en la respuesta a los diferentes estímulos de reproducción.
En conclusión, nuestros resultados indican que las llamadas de auxilio de G. soricina codifican información social importante que puede facilitar el reconocimiento de los familiares o miembros del grupo, y que sólo las llamadas de auxilio conespecíficas provocan una reacción. Lo más interesante es que nuestros resultados demuestran que la fuerza de respuesta a las llamadas de auxilio depende en gran medida de la situación social del receptor, ya que los grupos reaccionan mucho más fuerte que los de forma individual.
Acoso activo de un depredador boa común (Boa constrictor) dando vueltas, revoloteando y acercándose a G. Soricina, un grupo de murciélagos de vida libre en Costa Rica que estaban en su refugio de día (A. Rose).
Autores del estudio:
David Hörmann1, Marco Tschapka1,2, Andreas Rose1 and Mirjam Knörnschild2,3
1 Evolutionary Ecology and Conservation Genomics, University of Ulm, Ulm, DEU; 2 Smithsonian Tropical Research Institute, Balboa, PAN; 3 Museum für Naturkunde - Leibniz Institute for Evolution and Biodiversity Science, Berlin, DEU
https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/09524622.2020.1720815