En Costa Rica existen dos víboras similares a las que, por su apariencia "rechoncha" popularmente se les ha conocido como mano de piedra, además, por su comportamiento defensivo en el que abren su boca y proyectan su mordida de manera vertical, también se les ha denominado como saltadoras (Sasa, Bonilla y Chaves, 2019).

Sin embargo, recientemente, a partir de análisis moleculares, se hizo la diferenciación entre los géneros de estas dos especies (Campbell, Frost y Castoe, 2019) donde para el género Atropoides, la mano de piedra de Picado (Atropoides picadoi), no está tan relacionada con las otras saltadoras como se pensaba, por lo que a esas otras se les ha dado la asignación de un nuevo género: Metlapilcoatlus, el cual proviene de los vocablos náhuatls “metlapil” que se refiere a la piedra que los locales usan para moler, también llamada “metate” y “coatl” que significa serpiente

Así las cosas, se determina que para las cinco especies restantes que habían sido incluidas en Atropoides (nummifer, mexicanus, occiduus, olmec, e indomitus) sean asignadas a este nuevo género. Por lo tanto, para Costa Rica, Atropoides mexicanus se ha reasignado a Metlapilcoatlus mexicanus, mientras que A. picadoi mantendría su género ya que por su morfología se relaciona más a Cerrophidion (Campbell & Lamar, 2004).

De acuerdo con Solórzano (2004) en Costa Rica esta especie se encuentra en hábitats relacionados a bosques lluviosos tropicales y subtropicales tanto en la vertiente Caribe como en la Pacífico de las cordilleras de Guanacaste, Tilarán, Volcánica Central y Talamanca desde los 50 hasta los 1600 msnm. 

Precisamente, en el Sector Santa María del Parque Nacional Rincón de la Vieja, los funcionarios Juan P. Gazo y Juan Acevedo, en el mes de mayo, pudieron registrar un individuo hermoso de esta especie, el cual se mostraba totalmente saludable simplemente reposando en un área verde abierta cercana al puesto en horas de la mañana. 

Imagen 1: Detalle de la cabeza, nótese la foseta loreal, característica de las víboras crotalinas, la cual posee receptores sensibles al calor.  Foto: Juan P. Gazo, 2022.Imagen 1: Detalle de la cabeza, nótese la foseta loreal, característica de las víboras crotalinas, la cual posee receptores sensibles al calor. Foto: Juan P. Gazo, 2022.

 

Imagen 2: Detalle superior de la cabeza. Foto: Juan P. Gazo, 2022.Imagen 2: Detalle superior de la cabeza. Foto: Juan P. Gazo, 2022.

Imagen 3: Detalle de las escamas de su piel. Foto: Juan P. Gazo, 2022.Imagen 3: Detalle de las escamas de su piel. Foto: Juan P. Gazo, 2022.

Imagen 4: Nótese su patrón dorsal con diseño romboidal de color café-rojizo. Foto: Juan P. Gazo, 2022.Imagen 4: Nótese su patrón dorsal con diseño romboidal de color café-rojizo. Foto: Juan P. Gazo, 2022.

 

 

 

 

Historia natural

Reproducción
Es una especie vivípara. Las camadas varían entre 5 y 27.


Alimentación
Se alimentan principalmente de pequeños mamíferos; ocasionalmente otros vertebrados como anuros y lagartijas constituyen parte de su dieta. A diferencia del resto de los vipéridos, esta especie no suelta su presa una vez que la ha mordido; quizá por esto es que un delgado pliegue de la piel le protege los ojos, narinas y termosensores durante tal acto.

Hábitat
Terrestre; sólo los individuos juveniles ocasionalmente suben a la vegetación baja del bosque primario. Vive en el bosque húmedo y muy húmedo premontano bajo y montano.


Distribución
A alturas bajas y moderadas de la vertiente atlántica. Algunos individuos penetran la vertiente pacífica por los pasos intervolcánicos de la Cordillera Volcánica de Guanacaste.


Distribución fuera de Costa Rica
Desde México hasta Panamá


Distribución de Area de conservación
Amistad Caribe, Huetar Norte, Arenal, Cordillera Volcánica Central, Guanacaste, Pacifico Central, Tempisque, Tortuguero, Amistad Pacifico

Descripción científica
La característica distintiva de esta familia es la presencia de dos colmillos potentes en la parte anterior de la maxila, perforados internamente por un canal para la conducción del veneno. Cuando la boca está cerrada, los colmillos están plegados a la parte superior de esta. También los caracteriza la presencia de una foseta loreal del tamaño del ojo, que alberga el órgano termorreceptor y que se localiza en forma equidistante y alineada con el ojo y la narina. La escamación dorsal es aquillada y la cabeza se destaca claramente del cuello.


M. nummifer presenta la maxila con uno o dos pares de colmillos perforados por un canal. Las escamas cefálicas son pequeñas y numerosas, lisas o aquilladas. Se pueden distinguir escamas grandes supraoculares y, usualmente, otras más sobre el hocico que forman el canthus, entre la rostral y la supraocular. Entre el ojo y la apertura nasal se encuentra la foseta lacrimal, en contacto o separada de la segunda supralabial. La cabeza se destaca claramente del cuello. El ojo es moderado con la pupila vertical. El cuerpo es cilíndrico o comprimido lateralmente. La cola es corta. Presenta de 21 a 35 hileras de escamas dorsales, usualmente en número impar, con reducción, aquilladas. La placa anal está entera. Las subcaudales se pueden presentar enteras, divididas o parcialmente enteras y parcialmente divididas, aunque siempre predomina un solo tipo.

Las ventrales varían de 121 a 135. Las prenasales se encuentran separadas de la rostral por 2 ó 3 escamas (nasorostrales). La prelacunal está separada del segundo supralabial por al menos 2 filas de subforeales. Las escamas cefálicas se presentan fuertemente quilladas. Exhiben un patrón dorsal con manchas cuadradas o romboideas, a veces fusionadas vertebralmente en forma de zigzag, o bien de color negro uniforme.

 

 

¡No matemos a las serpientes, valorémoslas y aprendamos sobre ellas!

 

Referencias

Campbell, J., Frost, D., y Castoe, T. (2019). A new generic name for jumping pitvipers (Serpentes: Viperidae). Rev. Latinoamer. Herp. 2 (2): 52-53. https://herpetologia.fciencias.unam.mx/index.php/revista/article/view/73/45

CRbio (2011). Mano de piedra centroamericana. http://www.crbio.cr:8080/neoportal-web/species/Atropoides%20mexicanus

Sasa, M., Bonilla, F. y Chaves, F. (2019). Serpientes venenosas de Costa Rica: biología básica. http://www.icp.ucr.ac.cr/

Solórzano, A. (2004). Serpientes de Costa Rica: distribución, taxonomía e historia natural. Editorial INBio.

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