El Área de Conservación Guanacaste (ACG) está constituida por cuatro diferentes ecosistemas (https://www.acguanacaste.ac.cr/acg/que-es-el-acg), lo cual propicia su amplia biodiversidad. Uno de los ecosistemas que incluye el ACG es el bosque lluvioso, el cual es favorable para la única serpiente del género Bothrops que se encuentra en Costa Rica (Leenders, 2019), pero .
La terciopelo, también conocida como barba amarilla o rabo amarillo, es esa única especie para ese género en nuestro país, su nombre científico es Bothrops asper, es una víbora crotalina (Familia Viperidae, Subfamilia Crotalinae) en las que destaca su foseta en el lorum o región loreal, lo cual ha provocado que normalmente se les denomine como tobobas de cuatro narices, además se incluye en la categoría de grandes víboras donde, para Costa Rica, se agrupan cuatro especies que pueden llegar a medir más de metro y medio, las cuales son: cascabel, matabuey, plato negro y terciopelo (Sasa, Bonilla y Chaves, 2019).
La terciopelo se localiza en altitudes entre de 0 a 1500 msnm desde el norte de México hasta las tierras bajas del Pacífico de Colombia y Ecuador. Se distribuye ampliamente en las dos vertientes de Centro América, sin embargo, no existen registros para las regiones áridas de la vertiente Pacífico de Nicaragua y El Salvador. En Costa Rica es la serpiente más común presente en ambas vertientes, pero todavía no se ha reportado en la Península de Nicoya (Leenders, 2019) y en la región del Bosque Seco Tropical del Pacífico Noroeste también es muy raro encontrarla (Solórzano, 2004).
Recientemente, durante un recorrido de verificación de límites del área silvestre protegida (ASP) que constituye el ACG, se localizó a unos 596 msnm en bosque maduro Alto Fupinas de la Cordillera Guanacaste en el Pacífico Noroeste (Fallas, 2015) un individuo, de alrededor de un metro de longitud, sobre la hojarasca húmeda (este mismo día curiosamente se observaron 3 víboras de dos especies distintas, lo cual no es muy común: https://www.acguanacaste.ac.cr/biodiversidadacg/observaciones-de-biodiversidad/5623-avistamientos-raros-de-serpiente-mano-de-piedra). Si bien es cierto esta especie, por su abundancia, capacidad de adaptación a distintos hábitats y su tamaño, es la principal responsable de los accidentes ofídicos en su rango de distribución, incluyendo a Costa Rica, afortunadamente en el ACG los encuentros con esta especie han representado pocos accidentes de los que destaca el más reciente (Accidente ofídico en ACG, 2020) en el cual, por suerte el compañero involucrado salió bien librado. El ejemplar encontrado en esta ocasión se mostró sereno y al no verse amenazado simplemente se adentró en la montaña, no sin antes permitir apreciar su belleza natural.
Historia natural
Descripción
Serpiente de gran tamaño, alcanzando hasta los 2,30m de lngitud. Las hembras son más grandes y robustas que los machos. Los neonatos y juveniles machos se diferencian de las hembras por su porción terminal de la cola, que muestra un color amarillo, además de su tonalidad que tiende a ser más oscura. Su color de fondo es café oscuro y tiene en el centro del dorso diseños irregulares blancos, cafés o amarillos de forma romboidal, pero se observan individuos con tonalidades verde olivo, rojizos, rosadas o café. En regiones altas se encuentras individuos casi melanísticos (incremento de pigmentos oscuros) con el dorso negro o vestigios del patrón dorsal, mientras el vientre es blanco o amarillento con manchas negras y puntos dispersos. Su mandíbula inferior también es blanca o amarillo claro.
Hábitos
Es terrestre, aunque ocasionalmente los adultos reposan a poca altura sobre la vegetación. Existe una estrecha relación entre la densidad de anfibios que se reproducen en quebradas en grandes cantidades y esta especie se congrega a su alrededor para comerlas. Esta especie puede ser activa en cualquier momento del día, pero su mayor índice de actividad se restringe al período nocturno. Su estrategia de caza incluye el modo pasivo donde elige un lugar y espera a su presa hasta el forrajeo en el que con su especialización sensorial detecta presas.
Alimentación
Los neonatos y juveniles comen principalmente ranas y algunos invertebrados. Los adultos y subadultos devoran también mamíferos pequeños y medianos, ocasionalmente aves. Inusualmente, puede consumir otras serpientes, ya que existe un registro de una hembra de 1,55m de longitud vomitó los restos de una falsa coral (Erythrolamprus bizona).
Reproducción
Vivípara. Es la especie más prolífica de esta familia en Costa Rica, llegando a tener hasta 90 crías en un solo parto, aunque el promedio es entre 20 y 40. El ciclo reproducción es estacional y varía entre las dos vertientes: en el Pacífico los apareamientos se desarrollan entre setiembre y noviembre, mientras que en el Caribe se dan entre febrero y abril.
Abundancia
Común. Su capacidad adaptativa le ha permitido sobrevivir y proliferar aún en áreas muy alteradas y cercanas a asentamientos humanos.
¡No matemos a las serpientes, valorémoslas y aprendamos sobre ellas!
Referencias
Fallas, J. (2015). Mapa de Ecorregiones y ecosistemas de Costa Rica con una visión ecosistémica. https://www.sinac.go.cr/ES/tramitesconsultas/Ecorregiones%20y%20Ecosistemas/Mapa%20de%20Ecorregiones%20y%20Ecosistemas%20de%20Costa%20Rica%20con%20una%20visi%C3%B3n%20ecosist%C3%A9mica%202015.pdf
Leenders, T. (2019). Reptiles of Costa Rica: a field guide [Reptiles de Costa Rica: una guía de campo]. Comstock Publishing Associates.
Sasa, M., Bonilla, F. y Chaves, F. (2019). Serpientes venenosas de Costa Rica: biología básica. http://www.icp.ucr.ac.cr/
Solórzano, A. (2004). Serpientes de Costa Rica: distribución, taxonomía e historia natural. Editorial INBio.